CICLADO AGUA PISCINAS ESTANQUES ACUAPONÍA

Uno de los aspectos más importantes para el mantenimiento de nuestros peces y acuarios es la filtración biológica y su función en el ciclo del Nitrógeno. Tradicionalmente los noveles en esta afición se desilusionan por el alto porcentaje de peces muertos durante el primer mes después de comprar su primer acuario. Efectivamente la estadística nos muestra que al menos el 60% de los peces comprados durante este período muere en los primeros 30 días. Así mismo, 2 de cada 3 nuevos acuaristas abandonan el hobby durante el primer año.

Conocido como el «Síndrome del tanque nuevo» los peces son envenenados por los altos niveles de amoníaco (NH3) que se produce por la mineralización de los desechos de los peces, exceso de comida y descomposición de tejidos animales y vegetales; además, los peces excretan amoníaco tras la digestión de los alimentos. Los efectos de cómo el amoníaco envenena a los peces están bastante bien documentados, e incluyen daños a tejidos, especialmente branquias y riñones, desequilibrio físico, disminución del apetito, caída de la resistencia a las enfermedades y finalmente muerte.

El Nitrito (NO2) envenena a los peces inhibiendo la capacidad de los glóbulos rojos de la sangre para intercambiar oxígeno. Parece que los tanques de agua dulce son más propensos a este problema ya que los iones de cloro(CL-)inhiben la acumulación de nitrito en la corriente sanguínea de los peces.

Finalmente el Nitrito (NO2) vuelve a oxidarse y se convierte en Nitratos (NO3) mucho menos tóxicos ya que los peces, según las especies y con algunas excepciones, aguantan sin problemas concentraciones de hasta 200 y 300 ppm. Lo ideal sería que el proceso siguiera y estos Nitratos se convirtieran en Nitrógeno gaseoso (N2) y se liberara por fín a la atmósfera, pero esto es muy difícil que ocurra en un enorno cerrado y con mucha densidad biológica como es un acuario. Este último paso lo solemos solucionar cambiando parte del agua y diluyendo así la concentración de Nitratos.

El acuariófilo «exitoso» es aquel que se da cuenta de la importancia del rápido establecimiento del ciclo del nitrógeno causando el menor estrés entre los habitantes de su acuario. Los sistemas de filtrado biológico de los acuarios no son más que un medio o emplazamiento conveniente para el asentamiento de colonias de bacterias que transformen estos compuestos (el amoníaco y nitrito) en otros menos tóxicos como los nitratos. La filtración biológica ha avanzado mucho, desde los antiguos filtros de caja, se pasó a los filtros de fondo (UGF), después a los «SecoHúmedos» y finalmente aparecen los llamados de «Lecho fluido». Como éste no es un artículo dedicado a la filtración, creo mejor se remita el aficionado a publicaciones especializadas sobre el tema.

Las bacterias encargadas de estas transformaciones son las llamadas «Nitrobacter» y «Nitrosomonas», comunente llamadas nitrificantes tienen forma de bastoncillo, son bastante grandes, entre 0.4 y 0.6 micras, son «Gram-negativas», autótrofas y muy importante, necesitan oxígeno para oxidar y transformar sucesivamente los amoníacos y nitritos por lo que hay que contar con este dato para un correcto funcionamiento del filtro biológico.

Las bacterias nitrificantes se reproducen por bipartición. Cuando no han llegado a su óptima población, las Nitrosomonas duplicarían su población en 7 horas y Nitrobacter en 13 (este es un tiempo relativamente largo teniendo en cuenta que hay bacterias que se reproducen cada 20 minutos). Ninguna bacteria nitrificante se multiplica por esporas y además es difícil su enquistamiento, cuando las condiciones físicas le son adversas, la bacteria vive de sus reservas, cuando estas se agotan, sencillamente muere.

En general las condiciones físicas para el óptimo desarrollo de las bacterias nitrificantes están en un estrecho rango que al menos debiera conocer el acuariófilo experto:

La temperatura óptima para el crecimiento de las bacterias nitrificantes ronda entre 25º y 30º C, el crecimiento decrece un 50% a 18ºC. Entre 8 y 10ºC la eficacia se reduce en un 75% y a menos de 4ºC ya no hay actividad. Las bacterias nitrificantes mueren a menos de 0ºC y a más de 49ºC.

El rango óptimo de pH para Nitrosomonas está entre 7.8 y 8.0, para Nitrobacter este rango se situa entre 7.3 y 7.5 El crecimiento de las Nitrosomonas se inhibe por debajo de 6.5, toda nitrificación se paraliza por debajo de 6.0 aunque es cierto que a Ph ácidos el amoniaco se ioniza en amonio (NH3+) que es más suave y -aparentemente- menos tóxico para los peces.

Como ya hemos dicho antes el oxígeno disuelto en el agua es muy importante, el óptimo se situaría en condiciones superiores a un 80% de saturación. Por debajo de 2 mg/l (ppm) no hay actividad nitrificante.

Las bacterias nitrificantes son sensibles a la luz sobre todo a las radiaciones UV, es recomendable no encender la luz de un nuevo acuario (sobre todo si ésta es muy potente o de alto espectro) hasta que las bacterias se hayan asentado en el interior de la grava, los filtros, etc. si estas no se encuentran protegidas, claro; al menos dejar pasar dos o tres días.

Como decíamos antes es importante comprender ese pequeño mundo que aunque invisible constituye el sostén principal de la vida, no olvidemos que agresiones tales como fuertes diferencias de temperatura o medicaciones pueden acabar con nuestra población de bacterias y por ende del resto de habitantes del acuario

Ya hemos visto la importancia de las Bacterias Nitrificantes en la conformación de un acuario para un buen ciclo biológico. En éste segundo apartado veremos cómo introducirlas de una manera segura y cual es su función.

Como anotaba en la primera parte del tema, (liga www.la-atlantida.com/bacteri), un acuario nuevo está libre de bacterias del tipo patógenas y nitrificantes, más aun cuando nuestro acuario ha sido llenado con agua del grifo como ocurre en la mayoría de los casos, ya que en el tratamiento de agua de los embalses o acueductos aplican Cloro o cloraminas para destruir las colonias bacterianas del agua, (siendo las cloraminas más perjudiciales para nuestros peces) y de ésta forma hacerla más potable para el consumo humano. Pero lo que es bueno para nosotros no es siempre lo mejor para nuestros peces, y veremos por qué:

El agua de nuestro acuario contiene ciertos niveles de Nitrógeno, el cual se genera por los deshechos de los peces y residuos de alimento. El Nitrógeno está presente en forma de Amoníaco (NH3) siendo tóxico para nuestros peces. Entonces se hace necesaria la valiosa colaboración de las Nitrosomonas.

Las Nitrosomonas convierten el Amoníaco (NH3) en Nitritos y de ahí reciben su nombre de Bacterias Nitrificantes.

Las bacterias Nitrificantes (Nitrosomonas) realizan un proceso conocido como Nitrificación en el cual transforman el Amoníaco o Amonio y sus sales en Nitrito (NO2). El Nitrito (ácido nitroso + base) en grandes concentraciones reducen la capacidad sanguínea de intercambiar oxigeno en la circulación de los peces lo que conlleva a una muerte por asfixia. Las Bacterias Nitrobacter convierten los Nitritos (NO2) en Nitratos (NO3) (ácido nítrico + radical) siendo este último menos tóxico y peligroso que las anteriores derivaciones del Nitrógeno.

Para crear una colonia de bacterias Nitrificantes basta con aplicar el método del anterior apartado o simplemente seguir las siguientes indicaciones:

Las Bacterias Nitrificantes están presentes en tanques con presencia de Amoníaco. Algunos autores exponen sus técnicas para acelerar el proceso aplicando Cloruro de Amonio, estiércol o Sulfuro de Amonio entre otros.

Un acuariófilo experto sabrá que lo más importante en este Hobby es la paciencia y no hay que tener prisas a la hora de instalar nuestro acuario (sólo en casos extremos por accidentes).

Lo primero que se debe tener en cuenta para obtener una buena colonia de Bacterias Nitrificantes es la ubicación de un filtro biológico, la cual trataremos al final de este apartado.

Una vez se haya creado y ubicado el filtro biológico, se procederá a realizar dos pasos:

Primero: Se colocará el Filtro Biológico en un acuario nuevo con agua libre de Cloro, para cual se hará necesario haberlo llenado por lo menos con unos días (2) de anticipación. Se instala el filtro funcionando con el agua a una temperatura de 25º y 30º y un pH 7.5 a 7.8 que es el rango ideal para las Bacterias Nitrosomas y Nitrobacter, (no acidificar aguas en el proceso de colonización).

Una vez se lleve el agua estos niveles de pH y temperatura se introducirán de dos a tres peces en el acuario, preferiblemente peces sanos y del tipo de peces que pensamos alojar en nuestro tanque. La orina y los excrementos del pez nos darán una ayuda para la generación de Amoníaco. Pero debemos alimentarlos moderadamente para no subir demasiado los niveles de Amoníaco pues a mayor alimentación mayor deposición.

Durante los primeros días (10 o 20) los niveles de Amoníaco subirán a un “nivel tope” después las Bacterias Nitrificantes darán buena cuenta de él.

El proceso de ciclado puede tardar de 2 a 4 semanas en las condiciones de temperatura y pH descritos anteriormente.

El tiempo de reproducción de las Bacterias es relativamente corto, pero en el caso de las Nitrosomas duplicarán su colonia en 6 horas y las Nitrobacter en el doble de tiempo de las Nitrosomas (12 horas). Su proceso de reproducción está muy ligado al material en el que habitan y la oxigenación del mismo.

Al cabo de unos meses tendremos un acuario totalmente ciclado, y deberemos tener mucho cuidado de no ir a destruir la valiosa pero frágil colonia de bacterias.

Segundo: Se introducirá poca cantidad de peces para no elevar de manera brusca los niveles de Amoníaco pues hay que recordar que a mayor población mayor polución. Realizar cambios moderados de agua, previamente reposada, con el fin de liberar el Cloro, ya que la presencia del mismo en nuestro tanque puede acabar con nuestro cultivo de bacterias y por consiguiente con nuestro ciclado. Cualquier tipo de enfermedad en nuestros peces deberá ser tratado en el acuario de cuarentena o curación ya que la presencia de medicamentos, especialmente los antibióticos de amplio espectro como Bactrin (trimetropin Sulfa) que atacan tanto a las Gram-Negativas como a las Gram-Positivas, podría acabar por completo con nuestra colonia de bacterias, debido a que las Bacterias Nitrificantes son “ Gram- negativas”.

Al momento de limpiar o lavar los accesorios de nuestro tanque debe tener sumo cuidado de no hacerlo con productos detergentes, pues de 2% al 3% del total de las colonias se aloja en los poros de los adornos plásticos, material arcilloso y la grava.

IMPORTANTE: El nivel de peces está muy ligado al nivel de ciclado y calidad del mismo. Toma la regla de población de peces por cada c.c de agua por centímetro de pez.

Filtro Biológico y material filtrante.

A la hora de instalar nuestro filtro biológico es necesario saber qué tipo de material usaremos, pues de este depende la colonización de bacterias y su buen funcionamiento.

Sin importar el tipo de filtración que utilicemos; ya sea de caja, fondo, mecánico, seco – húmedo u otro, el punto más importante de la filtración es el material filtrante que utilicemos pues ahí radica la buena proliferación de Bacterias Nitrificantes.

Los materiales de filtración deben ser porosos, para lo cual se puede hacer uso de una buena esponja o espuma de alta densidad (porosa). Un material poroso permite el paso del Oxígeno y a su vez la buena ventilación del cultivo de bacterias nitrificantes ya que estas son del tipo autótrofas y aeróbicas, las cuales necesitan de la presencia del Oxígeno para subsistir.

El material filtrante debe ser lavado con la misma agua del tanque, por ninguna razón con agua del grifo, pues como anotábamos el Cloro destruye las bacterias de cualquier tipo. Una concentración de 2 p.p.m. podría ser mortal.

El material filtrante debe ser renovado paulatinamente. Se retira una parte del mismo (no todo), y se sustituye por otro limpio. Al cabo de unas semanas el nuevo material habrá sido invadido por las bacterias colonizándolo y podremos retirar la mitad sucia y vieja que habíamos dejado. Lo ideal es que entre más viejo sea el material más bacterias alojará, por lo que se recomienda realizar este proceso de recambio cada 6 meses, dependiendo de la capacidad de nuestro filtro, el cual siempre debe ir de acuerdo al tamaño o capacidad de litros del tanque. El material filtrante no debe estar expuesto a cambios bruscos de temperatura ni permanecer seco por mucho tiempo (más de 30 minutos), como tampoco podemos apagar nuestro filtro por períodos largos de tiempo.

Hay que evitar también al máximo que el alimento sobrante de nuestros peces termine en el material filtrante, ya que esto generaría un alto nivel de Nitrógeno el cual después de descomponerse pasaría a ser Amoníaco y nuestras bacterias tal vez no alcanzarían a transformarlo en Nitratos. Un buen método es colocar un trozo de espuma, esponja, algodón o fibra en la boca – toma de nuestro filtro con el objetivo de que el exceso de alimento no llegue a invadir nuestro filtro biológico.

Un acuario perfectamente ciclado es aquel que ha pasado por un buen tiempo de maduración y no presenta niveles de mortandad ni enfermedad alguna, el cual nos puede servir de suministro de bacterias para nuevos acuarios.

 

Abono Bonsáis

A través de este artículo hablaremos de los abonos específicos para bonsáis, dado que estamos ante un tipo de cultivo muy común en la actualidad y que requiere unas necesidades especiales.

Las plantas que se encuentran en la naturaleza reciben el abono que necesitan gracias a la descomposición de las hojas y las ramas, sin embargo, esto no sucede en las plantas cultivadas, por lo que es necesario satisfacer estas carencias con diferentes tipos de abonos.

¿Cuáles son los elementos del abono?

Antes de entrar en materia, conviene elaborar un listado con los elementos principales que encontramos en el abono.

En primer lugar, mencionaremos el nitrógeno como uno de los elementos que tienen una mayor incidencia en el abono, ya que es esencial para la construcción de las proteínas.

El nitrógeno también es fundamental para el correcto crecimiento de los árboles, especialmente los árboles de hoja perenne y las coníferas.

Otro de los elementos que se encuentran presentes en el abono es el fósforo, que nos será muy útil para la floración y la fructificación, así como también es necesario para el ciclo energético de los árboles.

El potasio es un elemento idóneo para favorecer el crecimiento de las raíces y, también, potencia la absorción de las sales que se encuentran en el suelo.

En último lugar, destacaremos el calcio y el magnesio como otros de los elementos más comunes del abono.

 

Abono para los diferentes tipos de bonsáis

Existen una amplia variedad de bonsáis y cada una de estas especies cuentan con unas necesidades especiales en cuanto al abono.

En este apartado haremos un completo repaso del abono idóneo para las principales variedades de bonsáis. ¡No te lo pierdas!

 

Abono para Bonsáis de coníferas

Podemos determinar que las coníferas se han convertido en uno de los tipos de bonsáis más populares en la actualidad.

La principal característica de los abonos para este tipo de bonsáis, es que son ricos en nitrógeno, dado que nos aportan los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de las ramas y que las hojas presenten un buen color.

Si tienes previsto usar abono para coníferas debes considerar que la liberación del abono debe ser lento y progresivo, así como es aconsejable que abones la planta entre abril y junio o durante los meses de septiembre y octubre.

Bonsáis frutales

Si dispones de un bonsái frutal, tienes que saber que estamos ante una variedad que requiere bastante abono, ya que no solamente será muy útil para florecer, sino que también es necesario aportar abono para la formación de frutos.

A diferencia del abono para coníferas, el exceso de nitrógeno reduce la floración, por lo que es importante decantarnos por un abono rico en fósforo para garantizar una óptima floración y fructificación.

El período idóneo para abonar un bonsái frutal es entre abril y mayo, aunque hay que aclarar que es recomendable abonar cuando se caen los frutos.

Abono para árboles de flor

Del mismo modo que sucede con los bonsáis frutales, si te decantas por este tipo de bonsái debes saber que necesitan de abono rico en fósforo, ya que nos será de gran ayuda para la formación y el crecimiento de las flores.

El período ideal para abonar los árboles de flor es después de la floración, especialmente si tenemos en cuenta que si abonamos durante la floración afectaría en el crecimiento de las flores.

Abono para árboles de hoja caduca

Este tipo de bonsái guarda muchas similitudes con las coníferas, de modo que el principal objetivo del abono es asegurar el correcto crecimiento de las ramas y de las hojas.

Para ello, el abono idóneo será rico en nitrógeno, mientras que los períodos ideales para el abono son entre abril y junio, y desde finales del mes de agosto hasta octubre.

 

Consejos básicos sobre el abono para bonsáis

Antes de comprar abono para bonsáis es imprescindible comprobar la cantidad de nutrientes que incluye cada saco, algo que no será complicado si consideramos que podemos encontrar esta información en el etiquetado, siendo importante aclarar que el orden suele ser Nitrógeno, Fósforo y Potasio.

La raíz es la parte de la planta que se encarga de atrapar los nutrientes que contiene el abono y, para que esto sea posible, es necesario que el abono esté diluido en forma de sales en el agua.

Asimismo, es importante añadir la cantidad adecuada que requiere el bonsái, sobre todo si tenemos en cuenta que un error habitual es echar más abono a la planta del que puede absorber.

 

¿Qué variedad de bonsái requiere una mayor cantidad de abono?

Por norma general, los bonsáis frutales son los que necesitan más abono, dado que necesitan un extra de nutrientes durante la floración y en la etapa del desarrollo del fruto.

Las coníferas también cuentan con una gran necesidad de abono, puesto que es habitual que estén en suelos que cuentan con muy pocos nutrientes.

Hoy en día son muchas las posibilidades que tenemos en cuanto a tipos de abono. Si bien es cierto que el abono natural es siempre recomendable, hay que mencionar el abono químico como otra interesante posibilidad, con la ventaja de que no huele y no atraerá la presencia de insectos.

En este sentido, resaltaremos el abono de Biorremediación Ibérica como una solución ideal para usar en bonsáis que viven en el exterior.

Para mantener el abono en la maceta es aconsejable el uso de rejilla, que nos ayudará a proteger los nutrientes de las aves, mientras que la cantidad de abono que usaremos no solamente dependerá de la variedad del bonsái, sino también del tamaño de la maceta.

En esencia, el abono para bonsái cuenta con un papel fundamental para que el árbol esté en las mejores condiciones, siendo importante escoger el tipo de abono que mejor se adapta a las características del bonsái.

Pero ¿Cuál es el Mejor Abono para Bonsáis?

Nosotros no tenemos duda de que la incorporación de flora microbiana en el sustrato es básica para las plantas en general, pero aún más para un Bonsai. Por eso usamos solo el abono probiótico para arboles y arbustos de BIORREMEDIACIÓN IBÉRICA.

Insectos y Biorremediación

Los insectos pueden tener un papel importante en la biorremediación de diversos contaminantes, ya que participan en procesos de degradación, transporte y dispersión de microorganismos y otros agentes biológicos que son fundamentales para la recuperación del suelo.

Algunos ejemplos de Insectos en Biorremediación:

Por ejemplo, algunos insectos como las hormigas, escarabajos y lombrices de tierra, son conocidos por su capacidad para descomponer la materia orgánica y mezclar los residuos con el suelo, lo que promueve el crecimiento de microorganismos benéficos que ayudan a degradar los contaminantes.

insectos y lombrices para proyectos de Biorremediación

 

Asimismo, existen ciertas especies de insectos que son capaces de alimentarse de plantas que tienen la capacidad de acumular metales pesados y otros contaminantes en sus tejidos, lo que se conoce como fitoextracción. En este sentido, los insectos pueden transportar los contaminantes acumulados por las plantas a otros lugares, lo que puede contribuir a reducir la concentración de los mismos en el suelo.

Funciones de los Insectos en el medio

En resumen, los insectos pueden ser importantes actores en la biorremediación al participar en procesos clave como la descomposición de materia orgánica, la mezcla de residuos con el suelo, la promoción del crecimiento de microorganismos benéficos y la transportación de contaminantes.